Querida alma compañera, estás intencionalmente en una etapa de tu proceso de conexión álmica. Estés o no consciente de ello, tú has decidido y pactado este momento tal y como es en esta relación. No importa que estemos hablando de una relación kármica en la que estés disolviendo energías negativas que traen consigo o que estés en separación de tu llama gemela luego de su encuentro físico. Todo ha sido acordado y es una parte del proceso que has decidido vivir como parte de tu viaje de regreso.
La clave está en reconocer las pautas, sincronicidades y acontecimientos que elegiste para ayudarte a despertar. Combinamos nuestro viaje de regreso con estos encuentros álmicos porque las relaciones son el medio creado por el Universo para poder experimentarnos, así que en cada etapa de tu viaje conectamos procesos del alma con energías particulares de nuestra familia de almas, todas conectadas creciendo juntas.
Ahora bien, ¿qué complica estos procesos? Pues las distorsiones de nuestra percepción producto de nuestro Ego. Sin embargo no somos esclavos de nuestro Ego, parte de la liberación al despertar es desidentificarnos de ese Ego y reconocer que somos más que él, que simplemente el Ego es una máscara construida para poder vivir esta experiencia humana entonces surge la fuerza de la “Voluntad” como la acción consciente de detener nuestras proyecciones, de transformar nuestra percepción y de volver al Amor.
La Voluntad como una acción consciente
Cuando hacemos esto de forma recurrente entrenamos nuestra Mente, logramos disciplina psicoespiritual y nos transformamos soltando capas de nuestra percepción y elevándonos a otro nivel energético. La “Voluntad” se constituye en el deseo, intención y enfoque que abre la puerta a tu máximo despertar.
Desde la “Voluntad” devienes en tu propi@ maestr@, tu entrenador, tu coach, capaz de disolver capas de percepción que distorsionan al Otro y por ende te distorsionan a ti mism@ imaginándote separado de Dios. Entonces tu relación álmica es un ejercicio que te retorna al Amor y desde el Amor el Otro ya no te hiere, hace daño, abandona o se separa de ti. Desde el Amor el Otro es inocente, es sujeto y objeto del perdón, tampoco encontrarás en ti enganche alguno para sus propias proyecciones, se detiene el sufrimiento. Puedes leer más en el post Llamas Gemelas: Del sufrimiento al Gozo.
Sabrás entonces que la “Voluntad” es el gran don divino del que hoy estás siendo llamad@ a echar mano. Puedo compartirte que esta es la clave número 1 que nos mantiene unidas a mi llama y a mí, ambas en un compromiso consciente de vivir esta fuerza de la voluntad en Amor con la gran misión que nos fue conferida. Sin embargo, la Voluntad no puede tener como impulso estar en la relación (físicamente) sino debe trascenderla para que no sea deseo de posesión. La Voluntad divina es reconocida cuando está al servicio y consciencia de la Unidad por tanto sin apegos, sin Miedo, en puro Amor.
Se les quiere y acompaña @emprendiendoconsciencia
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